No hay adversidad que pueda con nosotros.
En medio de toda esta marabunta, se encuentra uno de los momentos más importantes de nuestra vida, nuestra boda, boda que hemos decidido mantener por encima de cualquier perturbación. Porque no hay adversidad que pueda con nosotros. Queremos algo muy personal, algo íntimo, algo dónde tan sólo nuestros muy-mucho-más queridos nos acompañen, donde se respire esa intensidad entre nosotros, donde estemos tú y yo, yo y tú, sin espacio para nada más. Donde tus ojos me vean por dentro y sientan que es amor del puro, donde tus labios puedan besarme hasta que los míos tengan tu nombre.
Con cada suspiro, cada caricia, cada mirada, se oirán nuestros latidos acelerados. Cada abrazo, cada sorpresa, cada carcajada, se vivirá muy intensa. Nos marcará para siempre.
